lunes, 16 de agosto de 2010

Música integra grupos sociales y culturales

La Fundación Sinfónica Cochabamba trabaja en las provincias del departamento
OPINION - TATIANA CASTRO.-



Los niños y adolescentes de las provincias que sienten apego por la música tienen la oportunidad de formarse profesionalmente y perfeccionar su talento rompiendo preconceptos relacionados al arte, aquellos que lo limitan a grupos selectos. Experiencias exitosas se han presentado en los municipios de Sacaba e Irpa Irpa donde se forma a jóvenes artistas gracias al programa educativo llevado adelante por la Fundación Sinfónica Cochabamba desde hace cinco años.

Los niños ingresan al escenario vestidos de negro. Es uno de los días más importantes para ellos porque realizan una presentación al público y ponen en práctica el resultado de años de estudio constante y disciplinado. Están reunidos todos los grupos: los de Sacaba, Irpa Irpa y Cercado. Junto a sus profesores interpretan piezas de películas como Aladino, el Golpe, la Pantera Rosa y a grandes maestros como Johann Strauss e Ilyich Tchaikovski.

El relato corresponde a la presentación del Festival de Invierno realizada por la Fundación Sinfónica Cochabamba en el templo de Cala Cala -entre otras-donde se conglomeró a la orquesta infantil y juvenil.

Poner al alcance de los niños y jóvenes, que tienen el interés de acercarse a la música, la posibilidad de hacer realidad sus proyecto es uno de los objetivos de la fundación.

Entre el público participaron los familiares de los artistas que llegaron para deleitarse con la música. También asistieron los estudiantes que se encuentran en formación, pero todavía no son parte de las presentaciones. Uno de los más entusiastas es Andrés, está en primero de secundaria y hace pocos meses ingresó a la institución. Es diestro en la interpretación de la trompeta y piensa que debe capacitarse más para entrar en escena. Participar en un orquesta sinfónica para él era un sueño lejano pero lo hará realidad en la próxima temporada.

Los profesionales responsables de llevar adelante la iniciativa explican que además de la formación musical los estudiantes logran forjar valores como el esfuerzo y la constancia, que son requisitos indispensables para la formación de buenos artistas y ciudadanos.

EN IRPA IRPA El director de la Fundación Adolfo Taborga asegura que difundir la música a la población es otro de los propósitos de la fundación. Por ejemplo en Irpa Irpa el grupo todavía es pequeño: son ocho estudiantes. Pero a raíz de los resultados el nuevo grupo que iniciará promete ser numeroso. En Sacaba el número supera los veinte integrantes.

En el caso de las provincias, cuentan con apoyo de los municipios o de la Cooperativa Boliviana de Cemento Industrias y Servicios (Coboce Ltda.) en el caso del municipio de Irpa Irpa, explica Taborga.

El profesional señala que además del “talento que es un regalo de Dios” se necesita interés traducido en mucho trabajo de los jóvenes que se proyectan como músicos. La meta es cumplir un fin educativo y social implementando un modelo educativo propio.

INSTRUMENTOS Son cerca de 150 los integrantes de la Fundación Sinfónica de Cochabamba que se preparan en la interpretación de violín, viola, cello, contrabajo, clarinete, trompeta, algunos empiezan a los seis años.

Los docentes dicen que uno de los instrumentos que necesita mayor tiempo de estudio es el violín por la técnica exigente.

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